LA VISIÓN DE LA MUJER EN LOS ESTUDIOS DE LA ANTROPOLOGÍA NUTRICIONAL Y DE LA ALIMENTACIÓN: UNA REVISIÓN HISTÓRICA.

Mtra. Patricia Palacios de Westendarp
Maestra adscrita a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

Hoy en día, entre las investigadoras que analizan los procesos alimentarios y nutricios, ha surgido un interés creciente por revisar el enfoque que ha predominado en estos trabajos, en relación con la mujer. A partir de esta inquietud y con un propósito semejante, examinamos de manera histórica distintas perspectivas de la antropología nutricional y de la alimentación.

Como resultado de nuestra revisión encontramos que, en ambas disciplinas, es posible reconocer abordajes asexuados, unisexuados y bisexuados. En los primeros se privilegia la detección de los grupos sociales con mayores problemas alimentarios y nutricios, así como las características socioculturales de los contextos en que éstos ocurren. En los segundos se reconoce la importancia del papel femenino, pero a partir de una visión en que la mujer es percibida como la responsable única de los trabajos alimentarios y nutricios. En la última perspectiva se detectan relaciones desiguales entre los géneros y se señala la necesidad de transformar esta situación. Estos últimos estudios, así como el enfoque integral que tiene la antropología, ofrecen información relevante para reconceptualizar a la mujer en el campo de la alimentación y nutrición.

Palabras clave: mujer, antropología nutricional y de la alimentación, enfoque asexuado, unisexuado y bisexuado.

Abstract.

Nowadays, there´s a growing interest in the revision of nourishing and nutritious processes among women researchers who analyze such processes and, which envisions women´s roll. From this questioning and, with a similar purpose, we had examined different perspectives of nutrition and nourishing anthropology within a historical frame.

As an outcome from this revision we found out that, in both disciplines, it is possible the recognition of asexed, unisexed and bisexed focus. In the first group takes place the detection of social groups with greater nourishing and nutritious problems, as well as socio-cultural characteristics in the context in which these happen. Within the second group, female roll is perceived as an important one, but from a point of view in which women are perceived solely responsible of the nourishing and nutritious processes. Within the last group, unbalanced relations are detected regarding gender, strengthening the need to transform this situation. These studies, as well as the integral focus anthropology holds, offer remarkable information that allows a renewed vision of women in the nourishing and nutritious field.

Key words: woman, nourishing and nutritious anthropology, asexed, unisexed and bisexed focus.

Introducción
En la actualidad, los cambios que están ocurriendo en la concepción de la salud de la mujer así como las aportaciones que se han venido haciendo acerca de los estudios de género (Lamas 1997), del trabajo doméstico (Sánchez 1991) y del papel que desempeñan las mujeres en los hogares de los sectores populares (Chant 1984, González de la Rocha 1991, Norman 1994, Figueroa et al 1996), demandan el desarrollo de nuevos enfoques para analizar el proceso de alimentación y nutrición. En este sentido, algunas investigadoras como Pérez (1999), señalan que, tanto en los estudios, como en los programas aplicados por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, ha prevalecido una visión biologicista y cuantitativa. De manera semejante, las investigaciones relacionadas con el crecimiento y desarrollo de los niños, la lactancia materna y la salud de la mujer, han compartido una perspectiva similar.
A partir de este tipo de enfoque, la mujer ha sido conceptualizada esencialmente como una madre, la cual construye su identidad en función de los hijos, en el espacio doméstico y a través de los roles que le son adjudicados como parte de su “deber ser”. Como tal, las mujeres son las responsables principales de la reproducción biológica y social de los hijos, de las cuales tiende a excluirse al varón. En general, tanto en el campo teórico como en el aplicado, esta visión ha fragmentado el ciclo de vida de la mujer, lo ha restringido a su fase reproductiva convirtiéndola en una eterna madre, ha hecho invisibles sus necesidades y las ha separado de los requerimientos que comparte con su cónyuge. Por lo tanto, la mujer / madre o la díada madre / hijo, ha sido el centro de las investigaciones alimentarias y nutricias y de las intervenciones correspondientes.
Debido a que existe una inquietud creciente por desarrollar nuevos enfoques teórico-metodológicos que permitan visualizar a la mujer de una manera diferente, decidimos llevar a cabo una revisión histórica de los estudios que ha llevado a cabo la antropología nutricional y de la alimentación. De hecho, la primera especialidad privilegia el estudio de los nutrimentos y del estado que guarda la nutrición en un contexto biocultural, por lo que para ella es relevante investigar qué procesos sociales y culturales están relacionados con determinados consumos de nutrimentos y estados nutricios. En contraposición, la segunda disciplina se centra en el análisis de los alimentos con la intención de comprender la estructura social y cultural de un grupo específico, por lo que para ella es más importante conocer más la función social que tienen los alimentos que su contenido nutrimental (Peláez 1997).

A partir de esta revisión pretendemos definir el carácter asexuado, unisexuado o bisexuado de los estudios antropológicos que se han venido realizando, así como el concepto de mujer que prevalece en los dos últimos tipos de enfoques. Es pertinente aclarar que, para llevar a cabo esta tarea, no hacemos referencia a los estudios nacionales debido a que, en nuestro país, este tipo de investigaciones han tenido un carácter disperso y desigual.2 Debido a ello, nos basamos, fundamentalmente, en estudios realizados en otras naciones.

1.- La perspectiva de la antropología nutricional y de la alimentación.

En términos históricos, los primeros trabajos de la antropología nutricional se iniciaron a finales del siglo XIX (1890) y se distinguieron, hasta 1931, por incorporar material etnográfico con el propósito de contextualizar el consumo de determinados alimentos, así como la presencia de ciertos estados de nutrición (Freedman 1977). A partir de 1932, con el estudio de Richards sobre los bembas del norte de Rodesia, comenzaron las investigaciones más conectadas con el campo de la antropología de la alimentación. Este trabajo, de enfoque eminentemente funcionalista, junto con otros estudios realizados por antropólogos sociales británicos en el período previo a la Segunda Guerra Mundial destacó, de manera unisexuada, el papel de la mujer en la adquisición, preparación y consumo de los alimentos. En este sentido, consideraron el nexo que existe entre las relaciones de parentesco y las reglas de distribución de comida, así como el vínculo que se establece entre el trabajo agrícola de la madre, el cuidado de los hijos y la nutrición de los mismos (Messer 1983).


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