Introducción

El 8 de junio del 2004 muere en la Ciudad de México Leopoldo Zea. Intelectual polifacético, prolífico, emprendedor, y para muchos un personaje controvertido. Mucha de su obra está marcada por la entrega, el interés y la total dedicación a la problemática latinoamericana. El interés por la América Latinase ve alimentado por su maestro José Gaos que lo estimula y lo impulsa en esa dirección, al sembrarle la inquietud por el estudio de la filosofía mexicana y latinoamericana en la década de los años cuarentas del siglo pasado, que en un sentido muy concreto significaba, el rescate histórico de nuestra tradición filosófica, olvidada y relegada por ser vista como una cultura dependiente, y en consecuencia marginal.

Trabajando sobre esta propuesta es que publica una de sus obras centrales: Origen, Apogeo y Decadencia del Positivismo en México.1En este trabajo, da cuenta cómo la doctrina de Augusto Comte es traída a México, donde se asume y se torna en política de estado desde la segunda mitad del siglo XIX, y que es continuada hasta la primera década del siglo XX con el gobierno de Porfirio Díaz. Sobre este punto se puede discutir con profusión, pero un aspecto relevante que es pertinente destacar, es que el positivismo como política de estado pretendió imprimir un rostro y un carácter modernizante, no sólo al quehacer político sino a toda la esfera pública mexicana, era visto como En el transcurso de este trabajo, Zea fue reflexionando sobre una idea que a la postre se constituiría en una propuesta filosófica de y para la América Latina, es así como sale a la luz su En torno a una filosofía americana.2 Este trabajo causó gran impacto porque se consideraba que nuestro medio intelectual todavía no estaba para esos desarrollos, y menos para postular una filosofía propia, la objeción central: "se negaba que pudiera haber una filosofía cuyo contenido e identidad fueran latinoamericanas". Uno de los planteamientos que Zea sostenía con mayor fuerza era que la filosofía debía plantear y proponer vías de solución a las problemáticas que nos planteaba nuestra circunstancia, pero a su vez, la filosofía no sólo debía ser compromiso, sino también, conciencia lúcida de nuestra condición dependiente como pueblos, además, debía ser un pensamiento capaz de desencadenar y promover la superación de esa condición. En este orden, Zea siempre se mantuvo fiel a una de sus propuestas centrales, la de rescatar la Historia de las Ideas en Latinoamérica, y un elemento que coadyuvaría en esta labor, que la consideraba de primer orden, fue la creación de instituciones e instancias que concretaran esta iniciativa al fundarse el Colegio de Estudios Latinoamericanos en la UNAMcon todo su ciclo profesional, así como la SOLAR y la FIEALC. Dentro de estas creaciones también hay que hacer referencia, a la formalización de proyectos políticos e ideológicos para darle mayor sustento y rigor a estas iniciativas.

No hay que perder de vista las batallas filosóficas que enfrentó Zea: una, el oponerse a la dependencia teórica que siempre ha estado regulada desde los centros de poder económico-político; dos, rescatar a nuestros pensadores entre otros: Bolívar y Martí; tres, profundizar la conciencia e identidad latinoamericana, así como buscar de manera constructiva, tanto la filosofía de la historia como una filosofía del hombre. En este sentido afirmaba: "si se borra la historia, se borra la memoria y nunca podremos abonar el terreno de una reflexión original, propia y auténtica". En la disputa con el filósofo peruano Augusto Salazar Bondy, la cual se hizo célebre, entre otras razones por el texto que publicó Salazar, y cuyo título era: ¿Existe una filosofía de nuestra América? 3 , de 1968. Donde afirmaba que lo único que se había hecho entre nosotros en materia filosófica era una mala copia de las filosofías europeas; a lo cual responde Zea con un trabajo titulado: La filosofía americana como filosofía sin más 4, y decía que lo relevante era hacer filosofía sin preocuparse si era aceptada o valorada como tal, también mostraba la relevancia del papel ideológico, ético y político que ha tenido el discurso filosófico entre nosotros.

1 Exposición presentada en el Curso de Posgrado en Pensamiento Latinomaricano Actual en el Departamento de Antropología Social y Pensamiento Filosófico Español en la universidad Autónoma de Madrid, Madrid España, abril del 2006.

2 En torno a una filosofía americana, México COLMEX, 1945.

3 Salazar Bondy, Augusto, ¿Existe una filosofía de nuestra América?, México, Ediciones Siglo XXI, 1988.15° ed.

Zea, Leopoldo, La filosofía americana como filosofía sin más, México, Ediciones Siglo XXI, 1980.

 

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