Entrevista
al poeta por Lic. Juan Pablo Mendoza Esqueda*
Estamos recibiendo el invierno, hoy 21 de diciembre, en este tradicional
café del fondo, en el centro de la ciudad de Querétaro,
un café que es tan popular y tan significativo para una buena
parte de la gente que escribe y que lee, en nuestra ciudad. Aquí
encontramos, como tantas otras mañanas, al poeta Salvador
Alcocer, como siempre, genio y figura. Autor de una vasta obra poética,
es el decano de los poetas en nuestro Estado, justo ahora después
de la sentida partida, en febrero del 2005, del poeta Francisco
Cervantes.
Pregunta:
Maestro, buenas tardes. Perdón, buenos días por la
mañana.
Salvador
Alcocer: Ya se te hizo tarde. Es lo que sucede aquí
en Querétaro, se hace tarde fácilmente…
Pregunta: ¿Hasta al invierno se le hace
tarde?
Salvador
Alcocer: No, el invierno… ya lo trae uno. Aquí,
el c alor es muy difícil. Incluso el calor mental es muy
difícil. Aquí todos andamos ¡encogidos!
Pregunta: ¿Hay manera de separar de esta
ciudad de Querétaro, la obra poética de Salvador Alcocer?
Salvador Alcocer: Por supuesto que si, circunstancialmente
parece que no, porque pues... aquí ha sido escrita y aquí
esta siendo escrita, entonces debe de haber siempre un punto de
relación. Incluso esto lo dicen hasta los físicos
cuánticos: si no hay un punto de relación estamos
perdidos y navegando en el espacio infinitamente.
Pregunta: ¿Sigue escribiendo? ¿Continúa
escribiendo? Incluso acaba de recibir un homenaje este año
2004.
Salvador Alcocer: Bueno, bueno… los homenajes,
ya ves. Se hacen prácticamente... no porque se acepte el
valor de la obra; porque es muy difícil que la gente analice
el valor de la poesía; porque la poesía no produce
ni para pagar la renta. Entonces, no sé qué concepto
tengan de la poesía y, curiosamente, me he encontrado que
cada vez hay más gente que escribe poesía. Bueno,
digo, así como ellos la entienden ¿verdad? Con la
línea corta y con cierto ritmo y hace ya al que llaman poeta.
Pero... pues no. No quiero ser aguafiestas pero, ¡caramba!,
pues... cada vez hay menos poesía.
Pregunta: En su caso, ¿este año ha
tenido obras recientes?
Salvador Alcocer: Salieron dos libros del único
lugar donde me publican que es las ediciones de, ¡Mira nada
mas! del Gobierno del Estado, porque la universidad, en el sentido
editorial literario, está totalmente atomizada, salvo que...
¡No sé! A lo mejor estoy mal informado, o estoy perdido,
y no me doy cuenta de la labor que se está haciendo en la
universidad, pero... hasta donde me digan, pues no. No veo como
en otras épocas en que había constantemente publicaciones.
Ahora no sé si las haya, incluso de la poesía. Pero,
parece que la están publicando a los que trabajan ahí,
parece que les están publicando y, bueno, pues primero hay
que comenzar por los de casa y después sigue el resto del
pueblo ¿verdad?
Pregunta: ¿De verdad es muy raro que se
publiquen libros de poesía en el Estado?
Salvador Alcocer: Bastante raro.
Pregunta: ¿Usted está esperanzado
en seguir publicando poesía en el Estado?
Salvador Alcocer: Pues no. Esperanzado, prácticamente
seria así como condenado, porque eso de estar esperanzado
a publicar aquí... Pues... Mira, es tan curioso esto de que
aquí, dentro de la ciudad, se forma un revuelo cuando se
publica un libro o cuando se hace una presentación... Pero
este revuelo escasamente llega a San Juan Del Río. Cuando
llega, tu puedes ir a Celaya y puedes hacer tu una encuesta y decirles,
¿a quién conocen de los autores, de los poetas actuales
de Querétaro? Dudo que conozcan a alguien. Esa es otra de
las singularidades que tiene Querétaro. Se auto alimenta.
Tal parece que no necesita del mundo. ¡Claro! Pero, curiosamente,
siempre nombra al mundo, siempre. Si tú te fijas, cualquier
maestro dice que se fue a España. Cualquier maestro dice
que se fue a Inglaterra a Francia, a Alemania, ¿ves? Y lo
dicen con mucha familiaridad y es posible que digan que ¡hasta
sacaron un premio! Y, curiosamente, van a un pueblito de Alemania
y ya mencionan que fueron a Alemania, como aquí en México,
llegan a Querétaro y dicen: yo estuve en México. Esa
es una de las características, de las singularidades que
manejan los queretanos.
Pregunta:
Y ¿sigue escribiendo? ¿Va a publicar algo?
Salvador Alcocer: Ahorita está a punto de
salir un libro que no ha salido, no sé por qué razón,
pues es que le dieron primacía a las publicaciones anuales.
Ya ves que por ahí salió una publicación gigantesca,
muy carísima y con una tradición muy modificada. Entonces,
pues todo eso se lleva la mayor parte de los esfuerzos editoriales.
Pregunta: ¿Hay una carencia clara de editores
o de gente que debe de publicar en Querétaro?
Salvador Alcocer: Sí, totalmente. Pero también
hay qué entender que ahora los puestos, más que de
responsabilidad, son de supervivencia. O sea, tú tienes un
puesto y ya automáticamente sobrevives muy bien. El que hagas
una labor, ¡bueno hombre! pues tienes que hacerla para justificar
que estás en ese puesto. Pero, no como un compromiso, como
en otros tiempos.
Pregunta: Claro y, sin embargo, se mueve…
Salvador Alcocer: Bueno, pues sí. También
en las películas, pues también se mueve la momia,
el monstruo, pues…
Pregunta: Este barrio del centro de la ciudad.
Hay mucha gente que ya no nos quedamos aquí, vivimos fuera
de la ciudad. A usted lo vemos aquí en ésta... ¿cantera
enamorada?
Salvador Alcocer: ¡Ajá! En esta cantera
enamorada. Pues no. Eso de cantera pues, ya ni existe, pues ya la
mayor parte, ya ni tiene cantera, son de piedra y también
la cabeza es de piedra.
Pregunta: ¿Decantó la cantera?
Salvador Alcocer: ¡No, no!, Pero sirve para
las mansiones, para los templos familiares.
Pregunta: ¿Hay manera de escoger entre Querétaro
y el mundo?
Salvador Alcocer: Pues, por lógica, Querétaro
es parte del mundo. Hasta dicen que es parte de la humanidad. Sí,
patrimonio de la humanidad. Pero, curiosamente, no se conserva como
patrimonio de la humanidad. Eso es lo raro, lo paradójico.
Por un lado se exalta que Querétaro es patrimonio y por otro
lado, no se conserva este patrimonio. Está muy destruido
y tiene todavía historia.
Pregunta: En el caso de la arquitectura y en el
caso de la escritura, de la poesía ¿estamos en una
aridez total?
Salvador Alcocer: No. ¡Espérame! Hay
mucha gente escribiendo y hay mucha gente publicando, pero en sentido
personal. Este... siento que les falta rigor de pensamiento, lo
que se llama, académicamente: La metodología, análisis,
escuela... y creo que por ahí falta muchísimo. La
escuela y, sobre todo, la entrega existencial que requiere de una
obra poética. No se ve por ningún lado. Pero sí
se ven muchos escritores y, a veces me encuentro con la duda, pero
no con la duda filosófica, sino con la duda…neoliberal,
rebeldía,
pues no es una poesía conformista, ni tampoco una poesía
que pueda entregar en un papel cebolla. Es bueno que también
se escriba este tipo de poesía, pero no tan llena de lágrimas,
no tan llena de, ¿cómo te dijera? de pujidos, de:
“Te adoro, me voy”. Eso es para otros momentos. Entonces,
una poesía en que si te vas me muero, ¡no hombre! A
estas alturas de la historia, pues... no creo que sea ya muy valioso,
ni muy conveniente, andar diciendo esas cosas ¿verdad? Si
lo dicen con convicción pues... ¡Caray! Que lo cumpliera,
pero, ¡Pues no!.
Pregunta:
Y la rebeldía ¿sigue teniendo razón?
Salvador
Alcocer: Como decía Tabucchi: “El corazón
tiene razones que la razón no entiende”.
Pregunta:
¿La rebeldía tiene vigencia?
Salvador Alcocer: Pues ¡por supuesto! Y pese
a que hay ahora mucha dormidera, hay mucho humo, pero no del buen
humo, sino mal humo, el que intoxica, el que mata neuronas, no el
que las hace vibrar. Del mal humo hay mucho actualmente, pero de
ese del que oscurece, no del que ilumina.
Pregunta:
Persiste todavía la pregunta: ¿Qué ciudad es
ésta?
Salvador Alcocer: Por supuesto, por supuesto y,
sobre todo, esa necedad de mucha gente de no querer caer totalmente.
Eso me llama mucho la atención, a pesar de que varias tribunas
públicas que uno considera administradas por gente progresista,
de pronto se encuentra uno con que aparece un señor totalmente
negativo en la actualidad, y constantemente se le hacen apariciones
como si fuera un santo, y no una autoridad, porque qué bueno
que no lo es, pero sí... ¡como si fuera un santo!.
Un señor que es repudiado nacionalmente.
Pregunta:
Háblenos acerca de este ejecutivo nacional.
Salvador Alcocer: Bueno, mira. Vamos a hacer un
pequeño “lapsus linguae”. En esta entrevista
tú dijiste que no íbamos a hablar de política.
Muchos dicen que Fox es un tarado, es un baboso, es un imbécil.
Yo no le veo nada de eso. Tiene en su gobierno empresarios. Pero,
señor, es muy torpe para gobernar. A lo mejor es muy bueno
para administrar un rancho, a lo mejor es bueno para la ordeña.
Pregunta:
¿Por que nunca tuvimos un gobernador socialista?
Salvador Alcocer: Mira, si no hubiera tanta carga
romántica y tanta carga nostálgica y tanta teoría,
otra cosa hubiera sido. Nos regodeamos hasta que nos dieron una
patada, en las citas de nombres, que son escudos, que son emblemáticos.
Y ya queríamos justificar con eso, todo. Es que fulano dijo
esto, es que mengano dice lo otro y que la lucha y quién
sabe qué y que fue y que vino. Pero jamás vencimos
nuestro egoísmo, nuestro individualismo. Jamás vencimos
el concepto de pequeños burgueses. Entonces ¿cómo
íbamos, a construir un planteamiento social? Bueno, nunca
salió. Y quien rescató los jirones fue la universidad
y, curiosamente, una facultad, ¡Psicología! ¡Fíjate!
Si hubiera sido en sociología, filosofía, ¡caramba!
Tiene una lógica y todo. Pero... ¡en psicología!
Aunque te diré que la psicología, sin el socialismo,
hubiera sido peor.
Pregunta:
Bueno, pues ¡muchas gracias!
Salvador Alcocer: No te digo ¡Feliz navidad!
porque hay discrepancias y, bueno, aquí en Querétaro
cada cual tiene su carretera y ¡cuidado con los choques!,
Ya ves que ahora hay muchos choques. Es parte de la ignorancia de
saber gobernar. Ya sé está saliendo el agua de la
presa y eso sí es peligroso porque puede haber por ahí
masacres. En nombre de la libertad, ¡masacres! Ojalá
que no las haya. Pero, mi querido Juan Pablo, es que el socialismo
en México sigue en picada, sí... ¡Qué
terrible porvenir nos espera!.
Pregunta:
No me Bejaraneés.
Salvador
Alcocer: ¡Hazme el favor! Todo un señor que
es líder, que forma cuerpos de lucha y organización
y sale con eso. Bueno, me dio mucho gusto y... ¡gracias!
*
Docente
de la Escuela de Bachilleres Plantel Norte.
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