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Dra.
Ana María del Rosario Asebey Morales* |
De
todo el racimo enriquecedor de trabajos escritos por elocuentes
profesionales que ofrece la revista Psic Soc en su segundo número,
elegí para comentar el artículo intitulado “DE
LA LOCURA” de Jessica Villalpando, cuya temática llamó
mi atención por ser congruente con mi formación clínica,
social y comunitaria.
La estructura de este artículo es corto, pero su contenido
es sumamente rico y valioso en tanto que la autora invita a mirar
y entender a la locura desde una dimensión social y no individual,
planteando textualmente que “... al verla desde esta perspectiva
es posible ofrecer una alternativa exitosa para abordarla: el tratamiento
comunitario.” (Pág. 119).
Desde una posición humanista, la autora cuestiona el funcionamiento
de las instituciones psiquiátricas, cuyas prácticas
de “exclusión” y “aislamiento” del
loco, han producido más de lo mismo, imponiendo normas centradas
a una adaptación basada en la represión, con resultados
negativos en la capacitación de sus recursos humanos y generalmente
sin integrar a la familia en el tratamiento del paciente en cuestión.
Por
otro lado, sustenta la propuesta de atención comunitaria
de la locura, como una acción que posibilita avanzar hacia
una intersubjetividad basada en el entendimiento
colectivo y el libre reconocimiento de las singularidades y diferencias
a partir de los mismos conjuntos sociales implicados.Ya
que la comunidad es un mecanismo intermedio entre sociedad e individuo,
en ella se materializan todas las interacciones del sujeto, concretándose
la relación sociedadgrupo- individuo.
Coincido plenamente con la autora en el planteamiento que hace sobre
la necesidad del tratamiento comunitario de la locura, en tanto
que es en la comunidad donde cada individuo recibe, de manera singular
y simultánea las influencias sociales inmediatas y es ahí
donde el ser humano actúa de manera individual y colectiva,
reflejando los aspectos psicosociales más generales.
Es
sabido que la comunidad constituye el escenario natural y a la vez
sociocultural más inmediato, donde transcurre la vida y se
desarrolla el ser humano. Todas sus características, desde
las materiales externas hasta las subjetivas, tanto de los grupos
como de las e instituciones que la integran (familia, escuela, grupos
informales y otros), influyen y matizan la integración psicosocial
de los sujetos que en ella habitan, viéndose reflejadas en
su desarrollo cultural, intelectual, emocional, motivacional, ideológico,
político y
hasta en la forma de enfermar.
Es en este universo de interrelaciones, donde el hombre se mueve
en varios planos de interacción social: 1) uno vertical donde
es partícipe de diversos contextos sociales, comunidad vecinal,
ciudad, nación entre otros, que expresan dimensiones superpuestas
de territorialidad, necesidades, intereses y acción, y 2)
otro horizontal, donde el sujeto se integra a diferentes contextos
que se generan a partir de un núcleo central, la familia,
alrededor de la cual se encuentran las organizaciones, instituciones
laborales, de salud, de educación y otras.
Villalpando
hace un llamado al compromiso social de los profesionales de la
salud, para entender la realidad como un sistema holístico,
integral y así poder aportar soluciones reales a este tipo
de fenómeno denominado “locura”. Mencionando
sin embargo, “…que para lograrlo se necesita una revolución
ideológica (en la que la moral
vuelva a ser aquella de buscar el bien del prójimo)”
(Pág. 120).
Concluyo esta exposición señalando que mientras la
formación de la psicología clínica continúe
respondiendo estrictamente al paradigma subjetivista dogmático
en su forma más reduccionista, totalmente centrado en la
enfermedad y en los enfoques asistencialistas orientados por el
modelo del consultorio privado o práctica libre de la profesión,
continuarán las prácticas perversas que hablan de
salud y viven de la patología multiplicada que alimenta los
consultorios.
Fuente:
1 Presentación de la Revista Psic. Soc Revista
Internacional de Psicología Social. Vol. 1 N° 2. Abril
26 del 2004
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Dra. en Ciencias Psicológicas por la Universidad de La Habana,
Cuba. Docente e Investigadora de la Facultad de Psicología
de la Universidad Autónoma
de Querétaro. Querétaro, Qro.
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