FRANCISCO CERVANTES: CANTADO PARA NADIE (Cont...)

Aulaga en la mar alta es un libro capitular, al lado de Heridas que se alternan, donde encontramos poemas como De testimonios y saudades, Del séptimo sello e Instrucciones para armar ningún modelo, en los que Cervantes pierde las imprecaciones y una sutil ironía permea su mejor poesía. Esta voz se consolida y Francisco Cervantes la aterriza en el poema titulado: Máquina de la memoria. Versos que por sí mismos merecen una detallada reflexión, como podemos ver:

MÁQUINA DE LA MEMORIA

Mientras todo fue el fragor fuera del pecho
Pues enfurecido me llevaba
No hubo tiempo a la nostalgia
Ni un pequeño rincón a su cosecha.
Hoy, herido de muerte entre cadáveres,
Hago memoria.
Nadie podrá repetir estas palabras.
En ellas me confieso.
Las heridas que humedecen mi pecho
Ardores precipitan y una especie de más prolongado sueño
Siento que llega.
Ay, no tengo arrepentimiento alguno
De la gente que halló muerte en mi mano.
A eso venimos a tierra:
A dar muerte o recibirla.
Y ya logrado tal efecto,
¿A quién le importa?
No, no me da miedo estar muriendo,
Tan sólo quisiera que abreviaran.
Oigo aquí cerca de un natural
Que asesta golpes de gracia a compañeros.
Ojalá pudiera gritar o removerme
Y él me viera o escuchara.

Acabo también todo coraje.
Me pesa la carne de los otros
Que oprime esta masa que yo soy
Una ventaja: no verme mutilado.

Ni así permanecer más que el día de hoy,
Que es infinito.

Ni cuchillo ni bala.

Vienen a ultimar la obra de los otros.
La sangre que derrocha mi agonía.
Oh, Dios las nieblas hermosas que me alcanzan.

Con la carta en la mano
Y el viento al arrugarla
Llorará un poco.
Pero se ha de arreglar el pelo,
Se estirará el vestido hasta rozar el suelo.
Abrirá el biombo de cristal que cierra el paso
Entre el Jardín más bien agreste
Y el ruido de los platos, los cubiertos,
Las copas y la gente.
Los comentarios infantiles sobre su esbelta belleza,
La adoración adivinada que algún comensal siente
Por ella.

Le arrojarán a la cara
Las viejas imágenes del soldado que murió
Hace unos días, en tierra extraña,
Matando por dinero,
Pero cuya carne ella quisiera sentir de nuevo
Dentro de sí, oh, qué hacer para pensar en él de otra
Manera.

Mientras se sirve vino
En una copa opaca
Siente el desprecio que le tuvo,
Porque era él un ser infame.
Pero la carne inflama
Y se reseca en un dolor ya sin salida,
En una estancia de familia.

Donde los invitados nada saben.
Sus niños le sonríen. El marido es amable.
¿Dónde esconder la carta?
¡Qué sueño tan desagradable!
Más no despierta.

Y, de repente,
Al llegar a los postres,
Grita con las fuerzas que le quedan
Y cae sobre la mesa, resbala aferrándose al mantel.
No, no está muerta.

Pero no solo en este poema. El titulado Historia de la literatura es un soneto donde se refrenda el respeto por el metro y la rima, por el ritmo y la melodía. Valores propios, entre otros, del canto y la poesía.
Los huesos peregrinos es un libro escrito con las reflexiones del que lleva un tiempo en el camino, del paso del tiempo y la memoria de un hombre que encuentra las islas de intensidad con que vivió. Los versos que llevan por título La hora del lobo ejemplifican a la perfección. En este mismo libro aparece Museo queretano, colección de entrañables versos que aluden a la historia de la ciudad y sus monumentos.

En 1992, aparece El libro de Nicole y en el encuentro una poesía que va al grano y nos obliga a agudizar la conciencia sobre algunas aristas ignoradas de la vida. Dibujo de larva destaca de entre los poemas que integran esta colección:
El magnífico libro que es Regimiento de nieblas, tiene material para leer y deleitarse, para releer y darle el golpe. Encuentro, por ejemplo, Dioses y significados, fragmento de un poema autobiográfico, que me parece memorable y supongo que podemos coincidir.

DIOSES Y SIGNIFICADOS

No vengo del entierro del significado
Aunque sí voy a más de algún entierro,
Comenzando por aquel al cual no puedo faltar.
Que significar… todo significa.
Aun cuando finalmente, sean hueras o no en su totalidad,
Vida y muerte humanas,
Hay poco qué opinar sobre los dioses
Que ellos hayan admitido cuando eran ofrendados
Y, pues que las constituciones
Y los estados actuales apenas si están restableciendo relaciones

Ellos no se sentirán desamparados.
Así que vamos viendo qué decimos
O podemos callar
Que nada signifique
O enfoque el vasto panorama,
Al centro el microscopio
Al que llamamos mundo,
Existencia, verdad, hecho concreto.

Por ese rumbo enfilan: Cementerio de cartas de navegación y portulanos, El recuerdo es agonía y otros, del mejor lirismo. Me llama la atención, de manera especial, el titulado Ciudades de las ánimas, un poema de gran aliento, con un lenguaje que retumba como en casa vacía, versos briosos y fuertes, dominantes, donde el miedo es arrojo. Es especial porque impulsan una estética contraria a toda la poesía de Cervantes, una estética donde se resignifica todo, una hermenéutica sensible y lógica, donde los signos adquieren nuevos sistemas de significados.
Este trasiego lo quiero concluir con uno de los poemas que se incluyen en la selección de Poesía en movimiento, arriba señalada, y que fue publicado primero en el Núm. 3, de la Revista de Bellas Artes.

HABLANDO ENTRE DOS AGUAS

Bella la muerte al borde de un callado
nudo anclado cuelga sueño
sujétate y muerde tus dientes y tus uñas
lo que quería decir y después de que te invoco
oh Absolón voy a eso que te dije
aquí sin piel nuestro destinos
se cuecen se retuercen se resisten
y al fin quedan sonriendo
como si la espada de la alegría los amenazara
un poco creo que el filo les importa
carne de la esperanza ánimo aquí está ella
te está llamando y tú que no la oías
que si es la muerte no le digan nada
díganle que regreso en media hora
y si insiste que ya no regresaré
qué extrañeza y lo que debe sorprenderla
es que si me busca va a saberlo
y a pesar de lo que escribo y las excusas
es tan cierto como el llanto que no hemos derramado.

No la espera traición
pero hablando entre dos aguas
ésta es la única salida y la hora inesperada
que uno se saca sin los guantes
con las manos deteniéndose en el polvo y las maldiciones
que no la esperara
estando ella ya tan cerca
a la vuelta de unas delaciones
y de la desnudez de unos fracasos
ya dará con otro
que no dañe.

Me parece que Cervantes no es un poeta que deje tranquilo a nadie. Sin embargo es un poeta inevitable y al que un lector atento debe regresar una y otra vez. Por mi parte, mientras esto ocurre, como él mismo diría, no adelantaré ningunas conclusiones.

Bibliografía básica:

Los varones señalados/ La materia del tributo (Libros escogidos, 1971).
Esta sustancia amarga (Idea, 1972).
Cantando para nadie (Joaquín Mortiz, 1982).
Heridas que se alternan (FCE, 1985).
Los huesos peregrinos (UAQ, 1986)
Relatorio sentimental (Gobierno del Estado de Querétaro, 1987).
El libro de Nicol (UAM, 1992).
Regimiento de nieblas (Aldus, 1997).
Materia de distintos lais (México: F.C.E. Colección Letras mexicanas) (1997).
Poesía en movimiento (México, 1915-1966) (SEP, 1985) Autores: Octavio Paz, Alí Chumacera, Homero Arijis y José Emilio Pacheco.

Bibliografía complementaria:

Breve travesías a través de la obra poética de Francisco Cervantes. María de Jesús Ramírez González, en la cual comenta con mensajes sustanciales los once libros escritos por Francisco Cervantes.
Portugal Pequenino (Cervantes Francisco (2003) de su biblioteca personal, Col. El Secreto. Serie mayor: poesía pp. 80).
Poesía Moderna, (Cervantes Francisco, (2002) Material de lectura. Dirección de literatura. Coordinación de Difusión Cultural /UNAM (Selección y nota introductoria de Armando González).
Cervantes Francisco (1938-2005). Una entrevista de Felipe de Jesús Hernández y Sergio Cordero; textos de: Miriam Moscona, Raúl Renán, Armando Oviedo y Geney Beltrán Félix. En: “Tierra Adentro” Número 134, junio-julio 2005, Revista del CONACULTA.
Última concentración lírica del siglo XX (Compilación de Francisco Cervantes) (GEQ, 2002).